Lupita Cuautle Torres y Tonantzin Fernández, mantienen liderazgo político en la región Cholulteca

Fernando Sandoval

 

San Andrés Cholula, Puebla.– En un escenario político donde la confrontación y los señalamientos se han convertido en herramientas recurrentes, la presidenta municipal Lupita Cuautle Torres continúa consolidándose como una de las figuras con mayor fortaleza política, respaldo ciudadano y capacidad de gestión en la región de Cholula. Su administración, marcada por orden institucional, cercanía social y resultados tangibles, ha enfrentado en meses recientes críticas provenientes del Gobierno del Estado, las cuales no han logrado disminuir la confianza que la población mantiene en su liderazgo.

A lo largo de su gestión, Cuautle Torres ha impulsado un modelo de gobierno basado en eficiencia administrativa, disciplina financiera y atención directa a la ciudadanía. Su trabajo se ha reflejado en avances en infraestructura municipal, ampliación de programas sociales, fortalecimiento de áreas estratégicas como Seguridad Pública, Protección Civil y Bienestar Social, así como en un estilo de gobierno que prioriza el diálogo con juntas auxiliares, inspectorías y sectores productivos.

Sin embargo, diversos señalamientos lanzados desde espacios del Gobierno del Estado han intentado cuestionar decisiones administrativas y líneas de acción del gobierno municipal. Estas críticas, en su mayoría de carácter político, han sido interpretadas por analistas y sectores sociales como intentos de presionar o incidir en la dinámica municipal rumbo a los nuevos escenarios electorales del estado. A pesar de ello, la presidenta ha mantenido una postura institucional, evitando la confrontación directa y reiterando su compromiso con la gobernabilidad y el desarrollo de San Andrés Cholula.

Lupita Cuautle Torres ha señalado en reiteradas ocasiones que la prioridad de su administración es responder a la ciudadanía, no entrar en polémicas que distraigan el trabajo público. De esta manera, ha reafirmado que su gobierno continuará operando con transparencia, estricto apego a la ley y una visión de desarrollo que coloca a San Andrés Cholula como un referente regional en crecimiento urbano, estabilidad financiera y consolidación de políticas de bienestar.

El respaldo ciudadano hacia la presidenta se ha mantenido firme, particularmente en colonias, barrios tradicionales y zonas de reciente desarrollo, donde la población reconoce la continuidad de obras, servicios municipales eficientes y la presencia constante de la autoridad. Además, su trayectoria política —sustentada en años de trabajo comunitario, estructura sólida y un estilo de liderazgo cercano— la posiciona como una de las figuras con mayor viabilidad en el escenario político local.

Frente a un contexto estatal donde las tensiones políticas se han hecho visibles, Cuautle Torres ha optado por fortalecer su trabajo territorial y consolidar resultados que permitan a San Andrés Cholula seguir avanzando. Su postura crítica, pero institucional, frente a los señalamientos estatales revela un liderazgo maduro que apuesta por la estabilidad municipal y rechaza prácticas de presión política que no contribuyen al desarrollo regional.

La presidenta subrayó que continuará enfocada en consolidar proyectos estratégicos, modernizar servicios básicos, fortalecer la coordinación metropolitana y asegurar que San Andrés Cholula mantenga una ruta de crecimiento ordenado. “Nuestro compromiso es con la gente, con cada familia que confía en este gobierno; no con disputas políticas que en nada benefician a nuestra comunidad”, ha señalado en diversos espacios públicos.

Hoy se refleja la determinación de un gobierno municipal que, pese a las críticas externas, continúa avanzando con firmeza, resultados y legitimidad social, manteniendo a Lupita Cuautle Torres como una de las líderes políticas más estables y competitivas en el panorama actual de Puebla.

En el caso de San Pedro Cholula, Tonantzin Fernández Díaz, presidenta municipal de San Pedro Cholula, continúa demostrando resultados concretos en el ejercicio de gobierno, pese a las críticas constantes que circulan en redes sociales impulsadas por pequeños grupos ligados al extinto PRD en medio de un contexto donde las descalificaciones digitales se han convertido en estrategia para tratar de deslegitimar administraciones que rompen viejos esquemas, Fernández Díaz ha optado por mantener el ritmo de trabajo y priorizar las demandas ciudadanas por encima del ruido político.

Durante los primeros meses de su gestión, la alcaldesa ha puesto en marcha programas de atención directa, reforzado la seguridad con nuevos mecanismos de vigilancia, y reactivado servicios públicos que por años se mantuvieron en el abandono. Estas acciones han permitido que su administración se distinga por resultados medibles, mientras que los ataques en redes —muchos de ellos anónimos, otros claramente orquestados— buscan sembrar una percepción negativa sin sustento técnico ni social.

Analistas locales señalan que la ofensiva digital proviene de actores políticos que perdieron presencia y estructura tras la desaparición formal del PRD, y que ahora recurren a campañas de desgaste basadas en rumores, descontextualizaciones y críticas sistemáticas sin propuestas reales. Pese a ello, la presidenta municipal ha mantenido una postura firme, recordando que el mandato proviene de la ciudadanía y que su compromiso es con los cholultecas, no con intereses partidistas caducos.

En San Pedro Cholula, la confrontación entre resultados y descalificaciones se ha vuelto evidente: mientras la administración actual entrega obras, abre espacios comunitarios, impulsa políticas de bienestar y fortalece la transparencia, ciertos grupos insisten en dinamitar el avance mediante ataques sin fundamento. La respuesta, sin embargo, ha sido contundente: más trabajo, más presencia institucional y más cercanía con la población.

Tonantzin Fernández se posiciona así como una figura política que avanza a pesar de la presión mediática, demostrando que gobernar implica enfrentar resistencias, desmontar viejas inercias y construir una narrativa basada en hechos, no en polémicas artificiales.