lunes, 15 de diciembre de 2025

Desde la inteligencia Artificial: Gobierno de Alejandro Armenta ¿expectativas inconclusas y políticas públicas sin impacto social?

 Desde la inteligencia Artificial: Gobierno de Alejandro Armenta ¿expectativas inconclusas y políticas públicas sin impacto social?

 

Fernando Sandoval

Introducción


El ejercicio del poder público se mide, en última instancia, por sus resultados. En Puebla, el gobierno encabezado por Alejandro Armenta ha sido objeto de un escrutinio creciente debido a la distancia percibida entre el discurso oficial y los efectos reales de sus políticas públicas. A meses de su informe, la narrativa gubernamental insiste en avances y proyectos en marcha; sin embargo, la percepción ciudadana y periodística apunta a expectativas inconclusas, particularmente en áreas estratégicas como educación (SEP), vialidad estatal, seguridad vial frente a los arrancones, y una política de infraestructura de bajo impacto social. Asi lo constata los análisis de la WEB y de  las plataformas encargadas de crear  análisis.

Este ensayo analiza dichas áreas desde una perspectiva político–crítica, integrando opiniones ciudadanas y citas periodísticas que reflejan el clima social frente a un gobierno que promete transformación, pero cuya gestión aún no logra materializar cambios estructurales.


Educación: la SEP entre anuncios y resultados ausentes

La Secretaría de Educación Pública estatal se ha convertido en uno de los focos de mayor inconformidad. Docentes, madres y padres de familia coinciden en que los problemas de fondo persisten: rezagos en infraestructura escolar, falta de materiales, incertidumbre administrativa y una débil estrategia para atender la calidad educativa.

Medios locales han señalado que “la SEP acumula anuncios, pero carece de una ruta clara para resolver el abandono escolar y la precariedad en planteles”. En voz de una madre de familia en la zona metropolitana: “Nos hablan de programas, pero en la escuela de mis hijos seguimos sin mantenimiento y con grupos saturados”. Asi como el otorgamiento de plazas desde otras administraciones pasadas.

La crítica central no es la ausencia de iniciativas, sino la falta de impacto medible. Las políticas educativas parecen diseñadas para el boletín y no para el aula, lo que refuerza la percepción de una administración que comunica más de lo que transforma.


Vialidad estatal y arrancones: omisiones que cuestan vidas

Otro punto crítico es la vialidad estatal, particularmente el fenómeno de los arrancones y la inseguridad vial. Pese a los discursos sobre orden y legalidad, las acciones preventivas y sancionatorias han sido insuficientes.

Columnistas han advertido que “la permisividad frente a los arrancones revela un vacío de autoridad y coordinación institucional”. La ciudadanía lo expresa con crudeza: “Solo reaccionan cuando hay muertos; antes, nadie vigila”, comenta un vecino de vialidades estatales donde los accidentes son recurrentes.

La falta de una política integral de movilidad —que combine prevención, infraestructura adecuada, vigilancia y sanción— evidencia una gestión reactiva, más preocupada por administrar crisis que por evitarlas.


Infraestructura: obras visibles, impacto limitado

El gobierno estatal ha apostado por una agenda de infraestructura que privilegia obras visibles pero de bajo impacto social. Puentes, rehabilitaciones parciales y proyectos fragmentados se presentan como avances, aunque no resuelven necesidades estructurales de conectividad, desarrollo regional o generación de empleo sostenible.

La crítica periodística es constante: “Son obras que lucen en la fotografía, pero no cambian la vida de las comunidades”. Desde el interior del estado, un comerciante resume el sentir social: “Aquí seguimos igual; la obra no nos trajo trabajo ni mejores servicios”.

La ausencia de una planeación estratégica de largo plazo refuerza la idea de que la infraestructura se utiliza como herramienta política, no como motor de desarrollo.


Desarrollo económico: promesas sin aterrizaje territorial

En materia de desarrollo económico, la administración ha anunciado inversiones y proyectos; no obstante, el impacto territorial es desigual y limitado. Las micro y pequeñas empresas continúan enfrentando falta de apoyos reales, mientras que las regiones con mayor rezago no perciben cambios sustanciales.

Analistas han señalado que “la política económica carece de enfoque regional y de acompañamiento a los sectores productivos locales”. Para muchos ciudadanos, el mensaje es claro: “El desarrollo se queda en la capital; en los municipios no llega”.


Estilo de gobierno y gobernabilidad

Más allá de las políticas sectoriales, el estilo de gobierno de Alejandro Armenta ha sido cuestionado por su tendencia a la confrontación y a la descalificación de la crítica. Lejos de fortalecer la gobernabilidad, esta postura profundiza la polarización y debilita la construcción de consensos.

Como ha advertido la prensa crítica, “confundir crítica con ataque político es una forma de evadir la rendición de cuentas”. La ciudadanía, por su parte, exige menos discursos y más soluciones.

Finalmente, el gobierno de Alejandro Armenta enfrenta un desafío central: convertir expectativas en resultados. La SEP sin avances tangibles, la vialidad estatal desatendida, los arrancones impunes, la infraestructura de bajo impacto y un desarrollo económico sin anclaje territorial conforman un diagnóstico preocupante.

En política, el tiempo es implacable. Los informes no sustituyen a los resultados, y la narrativa oficial no puede imponerse indefinidamente sobre la experiencia cotidiana de la población. Si la administración estatal no corrige el rumbo y prioriza políticas públicas con impacto real, corre el riesgo de consolidarse en la memoria colectiva como un gobierno de grandes promesas y escasa concreción.

La ciudadanía no demanda perfección, pero sí eficacia, sensibilidad social y resultados verificables. Ese es el verdadero examen que hoy enfrenta el gobierno de Puebla. Y falta mucho, si no hay inclusión de nuevos perfiles y deja del lado a entes, figuras que solo por compromiso de campaña y no por desempeño de funcionalidad administrativa adulan, aplauden y cegan  el verdadero criterio y sentido humano de un gobernador que  en campaña fue carismático, incluyente y humano.

Continuará.

 

 

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